Perfumes inspirados en un buen vino
La enología se reinventa con la crisis: ingenio y abrirse al mundo, la solución para sobrevivir
Los que saben de crisis, los latinoamericanos por ejemplo,
siempre dicen que una crisis es una oportunidad. La escasez, de lo que
sea (clientes, dinero, recursos en general), potencia la imaginación,
obliga a innovar y a hacer uso de lo poco que se tiene. Los obreros
mexicanos que emigran a Estados Unidos tienen buena fama porque pueden
reparar cualquier cosa con una goma de mascar.
La crisis en España ha hecho que las casas vitivinicultoras busquen fuera y dentro lo que antes les llegaba por sentado, los clientes y ayudas, por ejemplo, creando una explosión creativa que mantiene a flote al sector. «El año pasado facturamos un 11% más que el año anterior, gracias a la apertura de nuestra bodega, con experiencias como volar en helicóptero por las viñas,
y a nuestra búsqueda de nuevos mercados», explica Josep Maria
Pujol-Busquets, cabeza de Alta Alella, una bodega que durante el
ejercicio del 2013 aumentó sus ventas internacionales en un 150%.
Uno de los ejemplos más claros de esta diversificación es la de Viñas del Vero, que han lanzado hace un par de meses un perfume femenino basado en los aromas de su emblemático vino blanco, Gewürztraminer. La fórmula de lanzar un perfume relacionado a una marca es muy utilizada por las cantantes de pop.Jennifer López, Paris Hilton y Britney Spears lanzan al año por lo menos dos fragancias distintas.
¿El mercado de los perfumes de las cantantes? Las chicas
adolescentes que comienzan a utilizar fragancias pero que no pueden
pagarse una de marca. ¿El de Viñas del Vero? Mujeres a las que les
interese una «fragancia joven, transparente, delicada y muy femenina»,
explican desde la casa ubicada en el Somontano. Quizás la fórmula
resulte igual de exitosa, quizás no, pero en estas épocas más vale
intentar que ver los toros desde la barrera.
Otros han decidido buscar clientes fuera de España y expandirse.
Esta fórmula ya ha dado buenos resultados, no solamente a Alta Alella,
sino también a otras bodegas. Dos de cada tres botellas de cava se
destinan a otros mercados, explican desde el Instituto del Cava. Estados
Unidos, China, Medio Oriente y Latinoamérica son los territorios a
conquistar. «Alemania, Inglaterra, Australia, Austria, Bélgica, Canadá,
Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Finlandia, China, Japón, Polonia», son
algunos de los países a donde se destina el 40% de la producción de Alta
Alella.
Por su parte, Mas Bertran, una bodega pequeña y familiar que empezó en 2005, se ha planteado aterrizar en Asia.
Tienen en la mira a «Indonesia, Singapur, Vietnam y China», explica
Roser Carbó, su directora de Marketing. «Llevamos 35 minutos en un
mercado que está muy saturado, por eso buscamos otros horizontes».
Actualmente ya exportan a Japón, Suiza, Alemania, Inglaterra, Francia, Colombia, Panamá y México el 40% de su producción de 130 mil botellas.
Querer jugar en las grandes ligas obliga a las pequeñas
bodegas a estar a la altura, por lo tanto, tienen que adaptar sus vinos a
las regulaciones de fuera y a los usos y costumbres de los paladares
foráneos. En Inglaterra, por ejemplo, se valoran mucho los productos ecológicos,
lo que ha empujado a las empresas vinícolas españolas a subirse al
carro. Alta Alella y Mas Bertran son dos de las muchas que se han unido a
esta moda que llegó para quedarse y que incluso se volverá una
obligación en algunas D.O. “A partir del 2017, todos los espumosos que se hagan serán ecológicos”, explican desde Mas Bertran.
En Alta Alella, por ejemplo, han rediseñado su logo y sus etiquetas, para afianzar la internacionalización de su marca. Freixenet,
por su parte, sigue creciendo en la producción que realiza en sus
viñedos en México y explora la tendencia de lo ecológico.
Actualmente, produce en Can Sala y la Freixeneta, dos fincas históricas
de la familia, botellas de cava que se realizan con una prensa francesa
original que tiene 150 años, “sin bombas, ni historias”, explica Pedro
Bonet, director de comunicación de la empresa familiar.
Aunque ya se vislumbra la luz al final del tunel de la
crisis, parece ser que en el caso de la enología, la salida del tunel se
encuentra más bien fuera de España. Los jóvenes españoles que emigran, serán los mejores embajadores de los vinos locales. Los jóvenes que se queden tendrán que echar mano de su inventiva para encontrar fórmulas que funcionen desde aquí.